Durante los últimos dos estudios hemos estado analizando algunos versículos de la Biblia que nos aseguran la salvación de los santos; sin embargo, alguien podría decir que en la práctica es todo lo contrario.
La Biblia no puede contradecirse, si esto sucediera sería un margen de error imperdonable y toda nuestra fe estaría basada en una ilusión. Si las Santas Escrituras enseñan que la salvación no puede perderse, la pregunta que se nos asoma seria ¿que pasa con aquellos que un día hicieron profesión de fe pero después se apartaron de la verdad? esta pregunta como todas las que nos hemos hecho hasta ahorita tiene respuesta, hay una explicación para esta interrogante.
El problema en América Latina es que estamos acostumbrados a un sistema de evangelismo que lejos de dar resultados ha provocado estragos en la iglesia. El sistema que hoy manejamos funciona con un poco de música, un mensaje sentimental y finalmente la típica frase, repite después de mi Señor Jesús... y automáticamente declaramos salva a una persona que hizo una declaración aparentemente de fe, pero que fue simplemente un momento emotivo y que con el tiempo esto quedará al descubierto pues se apartara del camino.
En repetidas veces hemos demostrado con la Biblia que la salvación no puede perderse y que un creyente genuino perseverara hasta el fin. Los que un día llegaron a nuestra congregación y hoy no están, podemos dar dos explicaciones de la condición espiritual de ellos, la primera es que esa persona si creyó realmente pero está pasando por una decaída espiritual, lo que sucederá con esta persona es que Dios lo traerá de vuelta aunque puede que esto no sea de una forma muy agradable tal y como describe hebreos.
Heb 12:6 Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo.
La segunda explicación es la que ocupa a este estudio, estas personas que puede que estén dentro de nuestras congregaciones por un tiempo y luego se apartan, lo único que hacen es poner en manifiesto que realmente su naturaleza nunca cambio, por esta razón se dice en la Escritura "como el perro vuelve a su vómito y como la puerca lavada a revolcarse en el cieno" la figura es sencilla de entender, aunque tú limpies muy bien a un puerco, puede que por un momento este limpio pero en el primer momento en que pueda ensuciarse lo hará, porque esa es su naturaleza, de igual forma lo hacen los apóstatas, aparentan piedad y nos engañan y creemos que son nuestros hermanos pero su naturaleza no ha cambiado y en cualquier momento irán a revolcarse en el pecado para nunca salir de ahí, porque esa es su naturaleza. El apóstol juan en una de sus cartas nos explica lo que realmente sucede con estas personas, preste atención a las palabras subrayadas.
1 Juan 2:19 Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían PERMANECIDO con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.
Mas claro ni el agua, si alguien no permanece es porque no es parte de la iglesia y se hace evidente en su retirada para nunca volver, la palabra clave aquí es permanecer, el cristiano verdadero permanece, los falsos no duran para siempre. Vivir en constante rebelión es una señal de que Cristo no esta en nosotros, no podemos decir que somos luz y amar más a las tinieblas. Concluimos que aunque una persona tenga algún liderazgo o levante su mano en una campaña evangelistica, esto no significa que sean verdaderos cristianos, la clave aquí es permanecer.
La cuarta parte del estudio de la perseverancia de los santos corresponderá a aquellos pasajes que parecieran indicar que la salvación se pierde.
Madain Figueroa
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