Hace algunos meses atrás hice un podcast dedicado a algunas herejías cristológicas (el podcast lo puedes escuchar AQUÍ) y le dedique unos minutos a la teoría adopcionista. Hablar de herejías o teorías cristológicas es un tema amplio que tal vez abarcare durante este año pero hoy voy a dedicarle esta publicación al adopcionismo.
Antes que nada debemos definir ¿Qué es el adopcionismo? por eso voy a presentarles esta definición de la teoría adopcionista.
En la Iglesia primitiva, algunos aceptaban una opinión que sostenía que Dios adopto (de ahí el termino adopcionismo) como hijo al hombre Jesús, en algún momento después de su nacimiento, quizá en su bautismo o en su resurrección. (John MacArthur y Richard Mayhue, Teología Sistematica, 2018 editorial Portavoz, P 275)
Como hemos visto, el adopcionismo consiste en afirmar que Cristo no nace como hijo de Dios sino que esta condición la adquiere tiempo después; es decir, que Dios el Padre lo adopta como su hijo en algún punto de su historia, posiblemente en su bautismo en agua con Juan el bautista. Otra variante del adopcionismo es la idea de que Jesús en su naturaleza es hijo de Dios pero en su humanidad llega a ser adoptado como hijo de Dios.
El origen del adopcionismo
El origen del adopcionismo es discutido, algunos afirman que esta teoría nació en los primeros años de la Iglesia posiblemente con Teódoto el curtidor (190 d.C.) Artemón, Pablo de Samósata o con Elipando a finales del siglo XVIII. Personalmente me inclino mas a la evidencia de los primeros siglos de la Iglesia que a la que apunta a finales del siglo XVIII.
¿Es bíblico el adopcionismo?
Definitivamente no podemos sostener con la Biblia el adopcionismo. El profesar que Cristo llego a ser hijo de Dios tiempo después de su nacimiento es totalmente falso. La Biblia enseña que Jesús es llamado Dios con nosotros desde su encarnación (Mateo 1:23, Isaías 7:14) y antes de su encarnación también es llamado Dios (Juan 1:1).
Las herejías cristológicas siempre fallan en dividir las dos naturalezas de Cristo y no verlas como una sola. Algunas herejías cristológicas exaltan mas su parte divina ignorando su humanidad y otras exaltan mas su parte humana ignorando su divinidad. Recordemos la doctrina de la unión hipostática, en la cual afirmamos que Cristo es cien por ciento Dios y cien por ciento hombre.
Escrito por:
Madaín Figueroa