Explicación de Mateo 7:6

 

"No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen". (Mateo 7:6)

Mateo 7:6 forma parte de la sección del sermón del monte que abarca desde el capitulo 5 hasta el 7 del evangelio de Mateo. Es en esta sección que Jesús después de haber explicado los que es el juzgar a los demás, ahora nos habla por un momento de la capacidad de discernimiento que debemos tener. 

La analogía de Cristo en Mateo 7:6 consiste en comparar lo santo con perlas y lo inmundo con perros y cerdos pero entonces, podríamos preguntarnos ¿Qué es lo santo que se compara con perlas? 

Mateo 13:45-46 cuando habla de la perla de gran precio, es una parábola hermosa que describe a Cristo y su Evangelio como algo preciado que el hombre con tal de obtenerla renunciara a todo. En Mateo 7:6 es lo mismo, las perlas son el Evangelio que es predicado. 

Ahora toca preguntarnos ¿Quiénes son los perros y los cerdos que pisotean las perlas? Los cerdos son referencia a algo inmundo, sabemos perfectamente que para la cultura judía un cerdo representa inmundicia y es algo imposible de comer. Los perros parecen representar a gente perversa y apostata como declara 2 de Pedro 2:21 que el perro vuelve a su vomito y la puerca lavada a revolcarse en el cieno. Los perros que cita pedro son personas que han escuchado el evangelio pero han decidido presentar una actitud hostil ante la gracia de Dios. Los perros en Mateo 7:6 también son figura de algo inmundo y puede referirse no solo a apostatas sino también a personas que nunca han estado en una congregación pero aun así se comportan de manera hostil rechazando abiertamente la gracia de Dios.

Juntando todas las piezas, vemos que el versículo significa que debemos tener discernimiento para saber a que clase de personas ya no debemos compartir las riquezas del evangelio porque son personas que han demostrado una hostilidad fuerte ante la gracia de Dios y a pesar de que ellos han sido expuestos una y otra vez al evangelio, ellos no entienden y optan por mofarse y es como echar perlas a los cerdos que sin conocer su valor solamente se revolcarían en ellas. Esto no significa que no debemos evangelizar pero debemos tener discernimiento también para saber cuando es momento de sacudir nuestros pies ante el rechazo hostil del Evangelio (Mateo 10:14).

Escrito por:

Madaín Figueroa